DESARROLLO
El ingreso irrestricto de los padres a la UCIN requiere la profundización del conocimiento de cómo son afectados psicológica y emocionalmente por esta experiencia y cuál es el abordaje que necesitan.1 Intervenciones oportunas y adecuadas con ellos, incidirán en efectos extendidos2 en el tiempo de esta experiencia y por ende en las vicisitudes en el cuidado posterior del bebé.3
Cada vez que ingresa un recién nacido pretérmino, ingresa una historia. Se inaugura un proceso histórico humano y singular.4 De la misma manera que su alta al domicilio lleva consigo los efectos de lo vivido en la UCIN,5 los aprendizajes construidos y las organizaciones psíquicas logradas para el despliegue de las funciones maternas.6
La mirada singular sobre ese recién nacido pretérmino remite también a construir una sobre la madre.7 Los recorridos que ha atravesado antes de ingresar a la UCIN son diversos dadas la personalidad, la historia gestacional previa,8 y la interacción establecida con el bebé fetal.9 También son diversas la manera en que aconteció el nacimiento, las circunstancias de urgencia y riesgo que la rodearon, así como también, las circunstancias personales o vinculares que están presentes en este momento de su vida.10 Estas condiciones serán el fondo emocional en el que impactará el nacimiento, incrementando la respuesta de estrés y su potencialidad traumática11 que estarán en diálogo con el puerperio.12
En los primeros momentos en el ingreso a la UCIN, el estado inicial materno es de shock.14 Predominan estados de embotamiento y mecanismos disociativos,12 y se suman efectos puerperales.15 La persona tiene vivencias de extrañamiento e irrealidad. El aparato psíquico está inundado de estímulos frente a un entorno desconocido que porta en sí amenazas radicales.16 La angustia predominante es de pérdida y muerte. A veces ella misma ha estado en condiciones físicas de riesgo y ha sentido la posibilidad de morir.17 Encontramos en estos casos un aparato psíquico altamente impactado,18 alterado por un tiempo transcurrido en el que no pudo estar con su bebé.19 Hay un tiempo vincular que quedó en suspenso y al que la madre deberá de dar forma en su mente.20
Enfermería puede en estas circunstancias, así como si en ese tiempo tiene lugar la muerte del recién nacido pretérmino, responder a preguntas de la madre,20 ofrecer información y narraciones que brinden a la madre representaciones, imágenes mentales sobre él y lo acontecido en su ausencia, que sirven para completar esos vacíos. Esto ayudará en los procesos de duelo.21,22
Es importante tener presente el mundo mental femenino que se ve transformado también por la maternidad en articulación con su historia femenina.7 Stern23 plantea que, tras el nacimiento de un bebé, la madre entra en una nueva y única organización psíquica que denominó constelación maternal. Refiere una serie de preocupaciones que interrogan a la madre: la propia capacidad de cuidarlo y mantenerlo con vida, de mantener una relación con el bebé, amarlo y garantizar su desarrollo. La inquietud de si contará o dará lugar a una matriz de apoyo vincular y familiar que la proteja para cumplir con su rol. Stern sostiene que la matriz de apoyo brinda soporte y guía en el desempeño maternal. A veces esto no ocurre y la madre puede ser criticada, abandonada o saboteada. Refiere que en este momento se produce una reactivación y reorganización de la relación con la propia madre, así como cambios en su identidad a partir de asumir un nuevo rol de hija a madre y una movilización de la historia identificatoria familiar. Conceptualiza que el cuidado del bebé ofrece un contexto de memorización, de evocación de los propios cuidados recibidos por su madre que ayuda a esa organización nueva.23
Estos temas entonces, desde Stern, se traducen en la representación de sí misma como madre, desde una revisión histórica y actual como una película interior que la interroga sobre su propia capacidad de ser madre, amar a su hijo y mantenerlo con vida.
En un nacimiento prematuro, la madre ingresa a un mundo altamente tecnologizado donde la presencia del recién nacido pretérmino se expresa por el sonido de los monitores velando por sus sistemas.24,25 El sonido de las máquinas sustituye gorjeos y cantos de cuna soñados. Atrás quedó el bebé fetal con la pieza a medio terminar, el moisés sin vestir.
Emocionalmente la madre se siente abrumada, siente que ha fallado13 como madre y está perpleja y confusa respecto a qué se espera de ella, en un lugar donde el cuidado del recién nacido pretérmino depende de la asistencia especializada. Hay una vivencia de ajenidad respecto al hijo26 y un dolor por la pérdida del hijo imaginado.27
Las narraciones y representaciones familiares recibidas respecto a la función materna, pasan a ser ineficaces en tanto no le sirven como modelos de acción23 y se ponen en juego sus propias formas de resiliencia y afrontamiento.28,29
Se pierde el contexto memorizador.23 Lejos de un hogar, las barreras interactivas que la asistencia impone y la prematurez, disminuyen la oportunidad de remembrar la propia historia de crianza. La mamá no escucha a su hijo, los encuentros de miradas y las voces son demorados, interferidos y suelen ocasionar respuestas disruptivas en el recién nacido pretérmino, manifestando señales de desorganización y estrés.13 Los abordajes de piel a piel son valiosos, pero no alcanzan a paliar el avasallamiento a una intimidad incipiente necesaria para la constitución vincular.30
La red de apoyo familiar puede ser compleja. Hay una vivencia parental de ser más demandados que entendidos. La visita programada de abuelos puede acercarlos a lo que viven, así como el trabajo grupal con ellos.31,32
El grupo de apoyo que acompañará este tiempo de permanencia son otros padres de recién nacidos prematuros internados,33 compañeros de la UCIN, con los que se gestan vínculos cuasi familiares, como una red que los espeja en la que se sienten ayudados, alentados y comprendidos. Tejen conjuntamente representaciones sobre de qué se trata ser madre aquí y ser madre de este ser tan diminuto como inestable en sus reacciones.
Desde mi observación, enfermería constituye, poniéndolo en palabras de Stern, una matriz de apoyo esencial. Ofrece sostén, información, aporta competencias para los cuidados del recién nacido pretérmino que promuevan la construcción de representaciones positivas de sí misma como madre, que amorticen los sentimientos de insuficiencia o falla.34,35
No obstante, sobre la figura de enfermería rápidamente es transferible la revisión de la relación con la propia madre.36 A partir de esto las emociones pueden ser intensas, tanto de rivalidad como de apoyo. La enfermera testimonia para la mente de la madre, lo que ella no ha podido, lo que no sabe o no ha podido dar. La madre puede estar a la defensiva o puede tener una actitud de entrega del rol. Puede estar envuelta en sentimientos y ansiedades confusionales. Estados de enojo pueden ser depositados en enfermería. También puede construir un vínculo de confianza y agradecimiento que la acompañe frente a tanta incertidumbre y dolor.36
La primera acción profesional que va a actuar sobre ese mundo representacional respecto a sí misma como madre es el reconocimiento a su presencia real en la UCIN que la define formalmente como madre de ese recién nacido pretérmino. Tras esa materialización, que en sí misma dona un carácter simbólico habrá que contribuir a una construcción interna que le permita sentirse su madre.37
Puede sentir, como refiere Piera Aulagnier,38 un traumatismo del encuentro; percibe que el bebé es muy diferente al esperado, sembrando una distancia radical. No es posible recetar amor, pero sí facilitar experiencias de interacciones positivas, mostrando esos pequeños gestos de su hijo que la acerquen como madre.13
Es importante el lugar que ocupa en el espacio de la UCIN;39 presentarle este mundo desde la certeza que la madre ofrece algo único vinculado a los procesos filiatorios e identitarios.40 A veces los padres ante la confusión e incertidumbre sobre su rol actúan como enfermeros de sus hijos, entregando así la importancia única de su mirada, su palabra, su presencia.36
La solicitud de calostro, la extracción de leche, le devuelve a la madre un sentido a su presencia, pero en ocasiones se vuelve una exigencia psicofísica que la excede. Hay un tiempo externo real que entra en conflicto con el tiempo psíquico que despierta lo que vive.13 Enfermería puede acompañarla en ese ajuste en la medida que no automatice esta solicitud. Los profesionales pueden por habituación normalizar las emociones parentales vaciando el impacto emocional que tiene esta experiencia única en su vida. Esto puede generar un desajuste en el encuentro con ellos.37
La presencia de enfermería al lado de la incubadora junto a la madre y al recién nacido pretérmino da la oportunidad de brindar una información paulatina que los acerca como padres,24 qué significa ser prematuro, en qué los limita para el encuentro, cómo se expresa. Por qué cada aparato que lo asiste, de qué habla cada uno, qué enuncia de su hijo.24 La madre puede estar apabullada y silenciosa en un estado de perplejidad e interrogación y necesita ser validada respecto a lo que siente. Esto la ayuda a no sentirse loca o desamorada.37,39