Dr. Ricardo Nieto*, Dra. Constanza Soto Conti**
RESUMEN
El tamaño al nacer, constituye un resumen retrospectivo del crecimiento fetal. Refleja el potencial genético de crecimiento, el ambiente intrauterino y la eficiencia placentaria en su función de transferir nutrientes.
La evaluación del crecimiento posnatal, en cambio, requiere medidas antropométricas repetidas después del nacimiento. La utilización del tamaño al nacer para la edad gestacional para evaluar el crecimiento posnatal, no puede justificarse fisiológica ni clínicamente, ya que el concepto de crecimiento lleva implícito mediciones repetidas.
El estudio internacional y multiétnico INTERGROWTH 21st brinda estándares prescriptivos para la evaluación del tamaño al nacer y el crecimiento postnatal construidos con los mismos criterios metodológicos que los estándares OMS.
La correcta evaluación de la antropometría neonatal, permite apoyar la alimentación con leche humana y prevenir la obesidad en la prematuridad.
El personal de enfermería tiene un importante rol para aplicar la técnica adecuada al tomar las mediciones a los recién nacidos.
Palabras clave: estándares, crecimiento, prematuro, nutrición.
ABSTRACT
Size at birth is a retrospective summary of fetal growth. It reflects the genetic potential for growth, the intrauterine environment and the placental efficiency in its function of transferring nutrients.
Assessment of postnatal growth, in contrast, requires repeated anthropometric measurements after birth. The use of size at birth for gestational age to assess postnatal growth cannot be justified physiologically or clinically, since the concept of growth implies repeated measurements.
The international and multi-ethnic INTERGROWTH 21st study provides prescriptive standards for the assessment of size at birth and postnatal growth built with the same methodological criteria as the WHO standards.
The correct evaluation of neonatal anthropometry allows us to support feeding with human milk and prevent obesity in prematurity.
Nursing staff have an important role in applying the proper technique when taking measurements from newborns.
Keywords: standards, growth, premature, nutrition.
Cómo citar:
Nieto R, Soto Conti C. Evaluación del tamaño al nacer y el crecimiento postnatal en la prematuridad. Conceptos teóricos y recomendaciones prácticas. Rev Enferm Neonatal. Diciembre 2022;40:15-23.
INTRODUCCIÓN:
El peso, la talla y el perímetro cefálico al nacer se toman para calificar cómo fue el desarrollo fetal; reflejan el potencial genético de crecimiento, el ambiente intrauterino y la capacidad de la placenta para cumplir adecuadamente con su función de transferir nutrientes.1
Con esta información, los recién nacidos (RN) se evalúan y son clasificados según su peso, en adecuado, bajo o alto para la edad gestacional (EG). Esta clasificación se utiliza en las primeras horas de vida, para estimar su riesgo en la transición y, más a largo plazo, en el futuro.2
La evaluación del crecimiento postnatal en cambio, requiere mediciones antropométricas repetidas después del nacimiento y recibe la influencia de las prácticas nutricionales y la morbilidad.
El crecimiento normal es una expresión fundamental de buena salud. Esta es la razón por la que evaluar el crecimiento de los niños y las niñas, definir si este es adecuado o no a lo esperable de acuerdo a su edad y sexo, y llevar a cabo acciones consecuentes a esa decisión, constituyen una actividad esencial del cuidado neonatal.1,3
En el período neonatal, estas dos acciones, por un lado, el tamaño al nacer (peso, longitud y perímetro cefálico) que se mide solo una sola vez por niño (datos transversales) y, por otro lado, el crecimiento posnatal, que requiere mediciones antropométricas repetidas después del nacimiento (seguimiento longitudinal),1 eran abordadas con una misma herramienta, hasta la disponibilidad de los estándares.
La mayoría de los niños prematuros internados en la UCIN son pesados al menos dos veces por semana, y su perímetro cefálico y su talla son medidos semanalmente. Las recomendaciones sobre evaluación nutricional plantean la necesidad de graficar correctamente estas medidas en una curva de crecimiento adecuada.4,5
El personal de enfermería neonatal tiene un rol importante en la evaluación antropométrica. Las enfermeras y enfermeros neonatales pesan y tallan a los pacientes en las unidades neonatales y en el consultorio de seguimiento.6
En este artículo comentaremos las razones por las que el Comité de Crecimiento y Desarrollo y el Comité de Estudios Feto Neonatales (CEFEN), en conjunto con la Dirección de Perinatología y Niñez del Ministerio de Salud de la Nación, recomiendan actualizar las herramientas para evaluar el tamaño al nacer y el crecimiento postnatal en el prematuro, y las ventajas y limitaciones de esta decisión.
REFERENCIAS
Las referencias de Fenton, surgen de un metaanálisis de seis investigaciones basadas en poblaciones de gran tamaño de RN prematuros (n = 3 986 456; 34 639 <30 semanas) pertenecientes a Alemania, Estados Unidos, Italia, Australia, Canadá y Escocia. De los estudios ingresados al análisis, sólo dos aportaron peso, talla y perímetro cefálico. Los otros cuatro estudios aportaron sólo peso al nacer. Los datos de estos estudios fueron recogidos en forma rutinaria, no con el fin de construir una referencia de tamaño al nacer.
Con estos datos, Fenton construyó curvas de crecimiento de prematuros. Cuando se compararon estas curvas, elaboradas con información del metaanálisis a las 40 semanas de gestación con los estándares de crecimiento infantil de la OMS, la coincidencia entre las curvas fue escasa y los centiles resultantes de peso a término fueron mucho más altos que las estimaciones de la OMS. Para armonizar las gráficas, fue necesario “interpolar valores suavizados” y “se seleccionaron manualmente puntos adicionales a las 40, 43 y 46 semanas”. Esto se hizo bajo el supuesto de que el crecimiento de los neonatos prematuros sigue “aproximadamente una línea recta”. La pendiente de los centiles se determinó forzando las curvas a ajustarse a los valores de la OMS a las 50 semanas de la edad postmenstrual. De este modo, la brecha entre 36 y 50 semanas es una extrapolación, en lugar de datos reales (Figura 1).7