SALUD PERINATAL Y CAMBIO CLIMÁTICO
Perinatal health and climate change
Saúde perinatal e mudanças climátic
Perinatal health and climate change
Saúde perinatal e mudanças climátic
La ciencia a través de numerosas investigaciones ha encontrado evidencia respecto de los efectos de las interacciones humanas con el ambiente, particularmente aquellas que han impactado desfavorablemente en el propio hábitat de la humanidad. Una de las primeras referencias científicas acerca de lo que en la actualidad se denomina cambio climático, se encuentra en un documento de 1856, de la científica norteamericana Eunice Newton Foote (1819-1888). Tres años más tarde los sofisticados experimentos de John Tyndall demostrarían que el efecto invernadero de la tierra proviene de altos niveles de CO2 y del vapor de agua calentados por la luz solar. Sin embargo, es relativamente contemporáneo el interés de los gobiernos de los países a nivel global, respecto del impacto en la salud humana y, mucho más reciente aún, la difusión de las graves repercusiones en la salud de las personas gestantes, los recién nacidos/as y los niños y niñas.
Los efectos directos son las temperaturas extremas, el aumento del nivel del mar y su salinización, las inundaciones y sequías, las tormentas de viento, los incendios forestales y la contaminación del aire ambiente.
Las consecuencias indirectas son las amenazas a los medios de vida y a los derechos humanos, los desplazamientos y migraciones, la debilitación del sistema de salud y de las infraestructuras, el impacto en los sistemas hídricos y alimentarios, el aumento de las enfermedades infecciosas y transmitidas por vectores y la exacerbación de ciertos determinantes sociales y desigualdades.
Los eventos que desencadena el cambio climático están asociados con mayores riesgos de desarrollar complicaciones que conducen a resultados maternos y perinatales adversos. Cabe destacar la diabetes gestacional, los trastornos hipertensivos del embarazo, el parto prematuro, el bajo peso al nacer y la muerte fetal como los más relevantes. Si bien los resultados en la salud física de las personas gestantes y puérperas y sus hijos/as son motivo de preocupación, los riesgos para la salud relacionados con la exposición a los eventos climáticos no se limitan solamente a ese aspecto. Las consecuencias de los desastres naturales asociados con el cambio climático tales como la mala nutrición, el difícil acceso al agua segura, la higiene y el saneamiento durante y después del embarazo, pueden afectar la salud mental por el estrés, la ansiedad y la depresión. El estrés materno grave puede aumentar el riesgo de un parto prematuro entre otras morbilidades.
Los recién nacidos experimentan un rápido desarrollo adaptativo, sin embargo, son altamente susceptibles al ambiente. Parte de esta vulnerabilidad está sustentada en que su sistema de regulación de la temperatura requiere de un proceso madurativo, que los hace dependientes de un cuidador primario para mantenerse normotérmicos, confortables, protegidos del sol, hidratados y alimentados.
En la primera infancia, las exposiciones relacionadas con el cambio climático como el calor extremo y la contaminación del aire se asocian con un aumento de la mortalidad y la morbilidad dado que modifican sustancialmente las trayectorias del crecimiento y el desarrollo. La afectación de la salud en los primeros mil días resulta no sólo en retraso del crecimiento sino en un desarrollo neurológico adverso e incremento de enfermedades respiratorias. Es evidente que el cambio climático y sus consecuencias en la salud no se limitan a los efectos inmediatos; son potencialmente deletéreos en sus repercusiones a lo largo de toda la vida, dado que constituyen un factor de riesgo para enfermedades de la edad adulta.
Las comunidades se enfrentan al desafío del calor extremo, la sequía, las inundaciones y los deslizamientos de tierra que coadyuvan desfavorablemente con su economía y los medios de vida de las familias y constituyen una barrera más en el acceso a los servicios de salud.
Los profesionales de la salud como parte de la población también son afectados en su salud personal y en su actividad profesional, debiendo conjugar su propia seguridad con la prestación de sus servicios en entornos climáticamente adversos. Como consecuencia, a la pérdida de infraestructura y recursos, se suma la intermitencia de los servicios básicos de salud que comprometen seriamente la salud materna, neonatal e infantil e incluso la salud sexual y reproductiva.
Si bien toda la población de manera global es afectada, las personas gestantes, madres, recién nacidos y niños se ven afectados en forma superlativa; por tal motivo, en 2015 el Acuerdo de París instó a los países participantes a tomar medidas que involucren a esta población altamente vulnerable promoviendo sus derechos. Ante la ausencia en el discurso del cambio climático, las escasas contribuciones e insuficientes acciones en favor de esta fracción fundamental de la comunidad, en 2023, la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNPFA), hicieron un llamado a la acción a través de un documento que compila y resume la evidencia de esta problemática y que ha motivado y sido la inspiración de la presente editorial.
Desde nuestro rol profesional el mayor desafío siempre es mejorar el cuidado y abogar por el derecho a la salud de quienes cuidamos. En el escenario actual, donde el cambio climático está sucediendo y nos enfrenta cotidianamente a nuevos problemas, involucrarnos en la solución es imperioso. Podemos aportar en principio, nuestra creatividad para considerar las nuevas necesidades básicas de nuestros usuarios del cuidado, y generar estrategias para satisfacerlas. Pero definitivamente la mayor contribución va a estar dada en la medida que investiguemos y fortalezcamos la evidencia, ampliando el espectro de la epidemiología climática y del cuidado específico en materia de salud materna, perinatal y neonatal.
Referencias
1. World Health Organization, United Nations Children’s Fund (UNICEF) & United Nations Population Fund (UNPFA). Protecting maternal, newborn and child health from the impacts of climate change: call for action. World Health Organization. 2023. [Consulta: 5 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://iris.who.int/handle/10665/374272.
2. Conway F, Portela A, Filippi V, Chou D, Kovats S. Climate change, air pollution and maternal and newborn health: An overview of reviews of health outcomes. J Glob Health. 2024;14:04128.
3. Environmental Protection Agency USA(EPA). El cambio climático y la salud de las embarazadas. EPA 430- F-16-056. Mayo 2016. [Consulta: 5 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://archive.epa.gov/epa/ production/files/2016-10/documents/pregnant-health-climate-change-sp.pdf
4. Internacional Confederation of Midwives. El impacto del cambio climático. Entornos frágiles. 2024. [Consulta: 5 de noviembre de 2024]. Disponible en: https://internationalmidwives.org/es/resources/el-impacto-del-cambio-climatico/