Revista Enfermería Neonatal N° 24 - Agosto 2017

Editorial

Estimados colegas:

Cuando este nuevo ejemplar de la revista llegue a ustedes, estaremos transitando la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Una oportunidad más, para visibilizar la importancia de la administración de leche humana en la prevención y tratamiento de trastornos nutricionales en los recién nacidos prematuros (RNPT) y enfermos. La gestión de políticas de apoyo a la alimentación con leche extraída por las madres de los recién nacidos internados, es todavía una cuenta pendiente en el país. Un 20% de los RNPT egresados de la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN), no han recibido nunca leche materna. En Argentina, cuanto más pequeño es el peso al nacer del neonato, menor es la proporción de niños que iniciaron la lactancia materna.

Esta situación implica la necesidad de gestionar en cada servicio, una política de apoyo al inicio y sostenimiento de la lactancia. Algunas de las estrategias son el ingreso irrestricto de los padres y la participación en el cuidado, el manejo de la información, asesoramiento y apoyo a las madres para extraerse leche desde el primer día de nacimiento y la posibilidad y estímulo de realizar contacto piel a piel precoz y cuidados para el neurodesarrollo. En la planta física, los centros de lactancia, la residencia para madres y el personal capacitado para la correcta recolección, conservación y fraccionamiento de la leche extraída son elementos indispensables para lograr una lactancia exitosa. Ya cuando ha pasado la etapa crítica, el apoyo en la transición de la sonda al pecho y, luego del alta hospitalaria, el asesoramiento en el consultorio de seguimiento permite sostener la lactancia en el tiempo.

La leche humana es un alimento funcional, modifica sus componentes de acuerdo a la edad y requerimientos del niño a medida que crece, con grandes beneficios para su salud, tanto a corto como a largo plazo. De las terapias usadas en Neonatología, la utilización de leche humana es una de las más eficientes, accesibles y de bajo costo.

Incorporar la evidencia a la práctica cotidiana en el uso de la leche humana favorece la optimización de ese cuidado.

La alimentación satisfactoria y placentera de un RN prematuro o enfermo es la culminación de un proceso que requiere de los cuidados centrados en la familia, un apego positivo con sus padres, la comprensión de las capacidades oromotoras del recién nacido y de un equipo multidisciplinario en la Unidad.

Esperamos que la lectura de este nuevo número sea útil para la reflexión sobre el trabajo profesional, en la tarea cotidiana en los servicios, en la gestión y educación de nuevos profesionales y de las familias.

 

 

Lic. María Cristina Malerba
Comité Editorial Revista “Enfermería Neonatal”