DESARROLLO:
La hipoglucemia neonatal es uno de los trastornos del metabolismo más frecuente en los RN. Es una entidad prevenible, que ocasiona morbilidad a corto o largo plazo asociada a lesión cerebral (secuelas neurológicas, intelectuales, psíquicas, convulsiones).
La hipoglucemia es el estado patológico que se caracteriza por la disminución de la concentración de glucosa sanguínea. La glucosa es el principal combustible del metabolismo energético oxidativo y casi el total de su consumo lo comprende la oxigenación cerebral.
La hipoglucemia en grupos en riesgo, como los hijos de madres diabéticas, puede provocar una disfunción motora y neurológica si no se trata adecuadamente.
Durante la vida intrauterina el feto recibe la glucosa a través de la placenta por difusión facilitada. Al nacer, cuando se produce la ligadura del cordón, los niveles en sangre bajan bruscamente y se ponen en marcha mecanismos adaptativos como la glucogenólisis y gluconeogénesis. Cuando fracasa esta secuencia de cambios fisiológicos en las primeras horas de vida, se produce una hipoglucemia, que en la mayoría de los casos es transitoria.1
Existe evidencia científica limitada para el establecimiento de los valores límites y para guiar el tratamiento de la hipoglucemia neonatal asintomática, motivo que ha llevado a utilizar una gama muy amplia de intervenciones.
En el año 2010, la Academia Americana de Pediatría (AAP) publicó nuevas pautas para el manejo. Se estableció un nuevo umbral de intervención en 25mg/dl y se explicó que las concentraciones de glucosa en plasma generalmente adoptadas que definen la hipoglucemia para todos los lactantes en valores menores a 47 mg/dl, carecen de justificación rigurosa científica.
Sugirieron que los recién nacidos prematuros tardíos, los grandes para la edad gestacional, los pequeños para la edad gestacional, aquellos que tengan restricciones del crecimiento intrauterino y los hijos de madres diabéticas deben alimentarse antes de la hora de vida y se controla la glucosa 30 minutos después de la alimentación. Los neonatos con alto peso para la edad gestacional y los hijos de madres diabéticas deben tener controles preprandiales hasta las 12 h de edad siempre que las concentraciones de glucosa en plasma antes de la alimentación sean superiores a 40 mg/dl.2 Así mismo sugirió que los recién nacidos prematuros tardíos y las restricciones de crecimiento intrauterino deben tener una evaluación preprandial hasta las 24 h.
En 2015, la Sociedad de Endocrinología Pediátrica publicó nuevas recomendaciones sobre el tratamiento de la hipoglucemia en el RN. El objetivo era ayudar a distinguir entre concentraciones fisiológicamente bajas de glucosa en RN normales y aquellos que persisten más allá de las primeras 48 h de vida y podrían poner al RN en riesgo de lesiones neurológicas.
Las recomendaciones que realizó este grupo es que en las primeras 48 h de vida, el objetivo sería alcanzar una concentración de glucosa en plasma >50 mg/dl. También argumentó que los síntomas neurológicos ocurren en los RN por debajo de las mismas concentraciones de glucosa que en los adultos (55-65 mg/dl). Luego de las 48 h de vida recomienda que en pacientes específicos se utilicen umbrales diana de glucosa >60 mg/dl.3
Muchos de estos neonatos que presentan hipoglucemia asintomática son ingresados a la unidad de cui dados intensivos (UCIN). El tratamiento inicial y más frecuente para estos RN asintomáticos es la alimentación con leche de fórmula, que interrumpe la lactancia materna exclusiva. Dependiendo de la institución y del valor de la glucemia, se administra glucosa endovenosa que requiere la colocación de un catéter venoso. Es un procedimiento invasivo que no solo causa incomodidad y estrés, sino que también lo expone al riesgo de ser colonizado por microorganismos patógenos. Sepa rar al RN de la madre dificulta el contacto piel a piel, el establecimiento oportuno y exitoso de la lactancia materna, y produce estrés y ansiedad a los padres. El impacto negativo del tratamiento estándar ha llevado a la búsqueda de intervenciones alternativas.
El presente artículo es un ensayo realizado en un hospital de Estados Unidos y describe la implementación de un nuevo protocolo para el tratamiento de la hipo glucemia con glucosa en gel. El gel contiene glucosa al 40 % en agua y glicerina. Su uso es muy frecuente en niños y adultos pero en neonatos las investigaciones son aun limitadas.
Para su implementación, se basaron en el estudio de Harris y col., realizado en el año 2013. Se trató de un ensayo clínico aleatorizado, controlado con placebo, doble ciego. El gel de glucosa (200 mg/kg) o gel de placebo se administró en la mucosa bucal y se alentó a alimentarse. Si a los 30 minutos, el RN todavía tenía una concentración baja de glucosa después de la ad ministración del gel, o si desarrolló hipoglucemia recurrente, el tratamiento con gel de glucosa continuó, con un total de seis dosis durante 48 horas.
Los autores del estudio de Harris, concluyeron que el tratamiento con glucosa al 40 % junto con la alimentación era más eficaz para revertir la hipoglucemia neo natal que la alimentación sola. Se encontró que este método de administración era particularmente efectivo porque la alta vascularización de la mucosa permite una absorción similar a la vía endovenosa, no requiere admisión en la UCIN, es compatible con la lactancia materna, fácil de administrar, económico, bien tolera do y no se asoció a efectos adversos.4
El farmacéutico de la institución estableció la dosificación del gel basada en el peso siguiendo la dosis estándar de 200 mg/kg descripta en el estudio de Harris (Tabla 1).