Comentario: Esp. Paulo Damián Arnaudo¹
RESUMEN
En el panorama actual de la salud pública, se encuentran la intersección de dos fuerzas poderosas: el poder cada vez mayor de la transformación digital del sector de la salud y la demanda crítica de servicios de salud más integrales. Esta coyuntura subraya el profundo impacto de la transformación digital en la enfermería, una profesión dentro del personal de salud que constituye un pilar central de los sistemas de salud en las Américas.
La convergencia de la salud pública y la salud digital está remodelando el panorama de la atención al paciente, los procesos administrativos y la esencia misma de la prestación de servicios de salud. Las enfermeras y otros trabajadores de la salud son esenciales para esta transformación, y su capacidad para adoptar herramientas y tecnologías digitales es fundamental para el futuro de los sistemas de salud.
La pandemia de COVID-19, una crisis global sin precedentes, ha puesto de relieve de manera inequívoca la urgencia de la transformación digital del sector de la salud. El aumento de los entornos de telesalud y atención virtual se convirtió no solo en una comodidad sino en un salvavidas esencial, lo que puso de relieve la necesidad de que las enfermeras se adapten rápidamente a los nuevos modos de prestación de servicios de salud.
La pandemia hizo evidente que el futuro de la educación en enfermería debe abarcar no solo las habilidades clínicas tradicionales, sino también la capacidad de sobresalir en entornos de atención virtual y aprovechar las tecnologías emergentes, incluida la inteligencia artificial, el internet de las cosas, los dispositivos portátiles y el análisis de datos.
Sin embargo, esta transformación digital no está exenta de desafíos. Se necesita un cambio de paradigma en la educación y la práctica de la enfermería, lo que implica cambios en los planes de estudio, las metodologías de enseñanza y la adopción de la alfabetización digital como una habilidad esencial.
Se requiere además de la colaboración de los gobiernos, universidades, instituciones sanitarias y la comunidad de enfermería para apoyar y fomentar esta transformación.
INTRODUCCIÓN
Los avances tecnológicos en el mundo actual, impulsan a los países y regiones a generar estrategias digitales en todas las áreas de desarrollo de las comunidades, con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas.
Con el devenir de la pandemia por COVID-19, los principales líderes mundiales se vieron obligados a generar una alianza con este crecimiento tecnológico, para poder continuar con el desarrollo económico, político y social de los países.
Los sistemas de salud también se vieron afectados por esta situación, ya que el abrumador incremento de la demanda en la atención de los pacientes se hacía insostenible en los servicios de salud tanto público como privado, requiriendo de nuevas modalidades asistenciales para poder dar respuesta a las necesidades de la comunidad.
La enfermería no es estática, sino que contempla un proceso de transformación de sus prácticas sanitarias que promueven la construcción de equidad, oportunidades y ejercicio pleno de derechos.¹ Por lo tanto, la disciplina no quedó aislada de la revolución tecnológica, sino que combinó la tradicional asistencia al pie de la cama del paciente con la vanguardia en los cuidados por medio de la teleenfermería, atendiendo las necesidades de la población con el fin de promover la salud, prevenir la enfermedad y asesorar sobre necesidades de patologías agudas o crónicas a las personas.