Estimados colegas:
Después de 40 años como enfermera neonatal en distintos ámbitos, he visto cómo el mercado laboral ha transformado las competencias que un profesional de enfermería necesita para trabajar en un servicio de neonatología. Es indiscutido que las habilidades técnicas son indispensables para el cuidado de los recién nacidos y sus familias. Se espera que una enfermera o enfermero pueda evaluar y detectar alteraciones cardiorrespiratorias y hemodinámicas en un recién nacido, desarrolle habilidades en las distintas técnicas y procedimientos, y se encuentre a la altura de las circunstancias en el manejo de equipamiento y nueva tecnología disponible para la sobrevida de neonatos de alto riesgo. Sin embargo, ya estas habilidades no son suficientes.
¿Qué sucedería si una enfermera coloca hábilmente un acceso percutáneo, pero no puede comunicar efectivamente en el pase de guardia con sus colegas, que quedaba pendiente constatar la ubicación del catéter?
¿O quién duda que una enfermera que llega tarde a su horario de trabajo, o deja tareas sin realizar en su turno o que no tiene una actitud empática con la familia, no tiene buen desarrollo profesional?
Las habilidades blandas o no técnicas son habilidades sociales, cognitivas y personales que pueden mejorar la forma en que el recurso humano de enfermería lleva a cabo las habilidades técnicas, las tareas y los procedimientos.
Son el resultado de una combinación de habilidades conductuales, características de personalidad, actitudes, habilidades sociales y hábitos personales que pueden promover el desarrollo de la motivación, la empatía, la comunicación y las metas, junto con otras personas. Son las que le permiten integrarse, interactuar y conectar con el equipo de trabajo. Permiten a las personas relacionarse y comunicarse de manera efectiva con los otros. La adquisición de habilidades blandas hace que las personas sean más flexibles, estén dispuestas a aceptar cambios y tengan una mayor capacidad para comprender el entorno.
Las habilidades blandas o no técnicas son actualmente tan valoradas y solicitadas como las anteriores. Estas habilidades humanas, permiten desarrollar en el carácter de la persona rasgos como el liderazgo, la creatividad, la inteligencia emocional y el pensamiento crítico.
Son varias las habilidades no técnicas que debe incorporar una enfermera o enfermero neonatal. La capacitación y desarrollo de estas habilidades, como la comunicación, el trabajo en equipo, el liderazgo, la toma de decisiones y la percepción de la situación, ha demostrado mejorar el desempeño de los profesionales.
La comunicación es la habilidad de compartir información efectiva con otros. Tanto la comunicación oral como la comunicación escrita en enfermería, son indispensables para sostener la continuidad del cuidado de los recién nacidos y sus familias. Las enfermeras de la unidad de cuidados intensivos neonatales actúan como mediadoras entre los médicos y los padres, así como entre los recién nacidos y sus padres. Por lo tanto, es esencial que tengan excelentes habilidades de comunicación. Deben ser capaces de explicar claramente situaciones y terminología a menudo complejas a los padres, así como los procedimientos realizados en los recién nacidos. También deben expresar las preocupaciones de los padres a los médicos y otros miembros del equipo. Otro aspecto de la comunicación es la enseñanza a los padres sobre cómo cuidar a los hijos, poder comunicarse con paciencia, sabiendo que los padres en situaciones de estrés pueden necesitar que les repitan la información.
La cooperación hace relación al trabajo con otros, a trabajar en equipo. Esto implica finalizar la tarea individual y colectivamente. Implica retroalimentar y recibir retroalimentación. El trabajo debe ser interdisciplinario con neonatólogos, kinesiólogos, cirujanos, psicólogos y otras profesiones que interactúan en el servicio de neonatología.
La adaptabilidad refleja la capacidad de una persona para procesar, manejar y responder a los cambios. Es una habilidad blanda muy valorada en una terapia intensiva neonatal, donde la velocidad de los cambios es moneda corriente.
Las habilidades de organización permiten estructurar y desarrollar procesos, para finalizar su trabajo a tiempo y la colaboración, implica cuán bien trabaja con otros para cumplir un objetivo en común.
El pensamiento crítico, es otra habilidad no técnica. Me refiero al pensamiento deliberado, dirigido al logro de un objetivo, que pretende emitir juicios basados en evidencia, en cambio de utilizar la experiencia, conjeturas o suposiciones. Requiere constantemente estar reevaluándose, autocorrigiéndose y esforzándose para mejorar.
La gestión del tiempo, un bien muy valorado en nuestra época, evita procrastinar, y asume las tareas e intervenciones en un tiempo determinado.
La creatividad trata de encontrar diferentes formas de abordar un problema o una tarea, de pensar soluciones distintas a problemas existentes. Implica examinar todos los aspectos de una situación y considerar nuevas posibilidades desafiantes.
En la descripción de un puesto de trabajo, cada vez más se destacan estas habilidades como requisitos importantes. En una entrevista de trabajo, además de un examen de conocimientos, deberíamos empezar a preguntar sobre el desarrollo de estas habilidades no técnicas, indispensables para el cuidado de las personas. Asimismo, en un curriculum vitae, deberían aparecer destacadas estas habilidades y cómo se pudieron aplicar en el servicio de neonatología. En congruencia con lo antes mencionado, en una evaluación de desempeño, las habilidades técnicas y no técnicas deberían ponderarse.
Tanto los educadores como los gestores de personal de enfermería deben tener en cuenta, dentro de los trayectos educativos, el desarrollo de estas habilidades que no son innatas y tienen una curva de aprendizaje al igual que las habilidades técnicas.
Estas habilidades se construyen y aprenden desde la universidad y deben continuar desarrollándose en la vida profesional a lo largo de toda la vida.
Discutir un problema con un colega, comunicarse con la familia, responder a los cambios de un proceso, realizar una lluvia de ideas para solucionar un problema repetido en el servicio, trabajar junto a un colega para realizar un cuidado a un recién nacido de alto riesgo, indagar sobre el cuidado transcultural para una familia, acompañar con empatía a una familia en proceso de duelo, son ejemplos donde como profesionales desarrollamos estas habilidades.
Aun falta en nuestro medio ponderar las habilidades blandas o no técnicas, que redundarán en mejor cuidado para recién nacidos y familias. Es un buen momento para comenzar.
Mg. Guillermina Chattás
Editora Responsable
Referencias
• Widad A, Abdellah G. Strategies Used to Teach Soft Skills in Undergraduate Nursing Education: A Scoping Review. J Prof Nurs. 2022 Sep-Oct;42:209-218.
• Piazza O, Cersosimo G. Communication as a basic skill in critical care. J Anaesthesiol Clin Pharmacol. 2015 Jul-Sep;31(3):382-3.
• Ng LK. The perceived importance of soft (service) skills in nursing care: A research study. Nurse Educ Today. 2020 Feb;85:104302.
Cómo citar: Chattás G. Editorial. Rev Enferm Neonatal. Agosto 2023;42:4-5.